Heridas en la mesa, en mis manos
en los cristales, en mi frente
en las puertas, en mi pecho izquierdo
en las bombillas, en mi ombligo
en los lavabos, en mi sexo
en el mármol, en mis pies
Tanto caminar sobre piedras.
Tantas piedras blancas y mis pies tan blandos.
1 comentario:
Tanto valor para luchar siempre...
Tan abiertos los ojos para reírse del vacío...
Así veo tus poemas.
Las heridas cicatrizan. El miedo no.
Besos y muchas gracias.
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