8 jun 2009

Palabras

Escribía palabras sobre palabras en el espejo mientras el pájaro que entró por la ventana cagaba sobre tu libro. Tu mueca manchada de cacao no me asustó en absoluto. Ya no.
Bailamos a las tres en el salón a pleno sol mientras la lluvia nos hacia parecer tristes. Tú subido en mis zapatos, abrazado a mi vientre y yo mirando al cielo mientras dábamos vueltas y vueltas y vueltas….
Cuando besé el mármol blanco mis labios por fin se partieron en dos y pude gritar todo lo que tenía callado.

-¡No! ¡Ya no quiero comer más!
-Pero…¿nunca mas?
-¡Nunca mas! Y no sufras, soy feliz así
-¿Y esa mancha en el suelo?
-¿Verdad que es bonito ver algo vivo en casa? ¡Y además rojo!
-Es verdad, tanto orden apestaba a muerto. Nadie la tocará, te lo prometo
-¿Qué lado del libro quieres hoy?
-En honor a tu sangre eliges tu primero
-Vale, entonces me quedo con el izquierdo. Es mi ojo bueno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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