6 jun 2010

Y suplico al viento que arrastre por el suelo las ideas, que las haga un ovillo como a los mechones que vagan en círculos por mi azotea, como a las palabras rotas que buscan la basura para poder morir tranquilas sin que nadie mas las reescriba una y otra vez.
Hablo un idioma que no comprendo, pienso con signos que me impusieron a golpe de frustración, escribo con las manos atadas en la celda de mi arritmia.
Perdida en la niebla que me oculta no consigo ver la estrella que me hizo nacer pura.
Sé que esta es la vida que elegí, aunque no recuerde cuando la firmé.

2 comentarios:

Felipe dijo...

Toooooooooma castaña
toooooooma geroma pastillas de goma

Diáfana dijo...

... que son pa la tos, trocotró

;)